mis enhorabuenas

hacía mil años que no recibía tantos ENHORABUENAS, tan sinceros; los más cercanos nos hemos ido de celebración, he llevado durante una semana velas de cumple, de felicidad, en el bolsillo, y no, aún no es hora de guardarlas.... porque simplemente sigo de celebración.

han sido años duros, me ha desestabilizado por completo no tener uno de los pilares cubiertos. he vivido situaciones muy intensas y que nadie debería vivir. eso no ha ayudado a la supervivencia... y sí, he dicho supervivencia.

ahora quedan muchas cosas que aprender, muchas cosas que vivir, y muchas cosas de las que disfrutar. pero por fin ha llegado ese punto de estabilidad que tanto ansiaba. ya no me siento perdedora... me siento un poco sin fuerzas... pero con ganas... y poco a poco sé que iré pillando más fuerzas, que después de una bajada a 200 por hora... subir cuesta más.. porque claro, has pasado miedos y angustias... y ahora te has quedado con ese residuo.. pero la cosa cambia cuando aún sabiendo que necesitas más fuerza porque vas con una mochila hipercargada... la cima es cojonuti...

tengo historias que van conmigo.. que han sido las que me han hecho llegar hasta aquí de una cierta forma... pero no me estorban.. me jode haberlas vivido?? por supuesto! pero eso no quita para que no valore los cambios. un colega me dijo: "todos los cambios son buenos, de verdad."

si los cambios son buenos o no en sí mismos, aún no lo he descubierto, la verdad... pero sí que creo sinceramente que un cambio es bueno, en el momento que nosotros lo aceptamos y lo valoramos como que es mejor que lo que teníamos antes.

yo he medio decidido mis cambios más recientes.. simplemente porque me debo mover en unas coordenadas que gestiono yo y más gente... pero este último cambio... cuando me lo transmitieron lloré.... lloré de la emoción, lloré como imagino que llora quien llega a meta tras un entrenamiento y preparación hiperduro. ojalá hubiera llegado antes... correcto. me hubiera evitado otros lloros..
pero ha llegado y eso es lo importante. y el llorar cuando me lo dijeron también me puso los pies sobre la tierra, en plan: sugus.. esto es lo que llevas buscando desde hace más de un año.

y sí. también lloré cuando entré por la puerta de mi nuevo lugar de trabajo. un compañero, al entrar me dijo: bienvenida a tu casa. a los días cuando le expliqué que había llorado al entrar, me dijo: normal, toda la tensión que has sufrido este tiempo.. Otra compañera me dijo: sugus, te conozco, sé que vas a venir eufórica.. y no, no pasa nada porque te sientas así.

ahora estoy muy muy bien rodeada, con dos personas que saben perfectamente como soy, porque ya he vivido con ellas muchísimo. todo lo de estos años atrás lo han vivido conmigo.. ninguno se esperaba que llorase, pero estuvieron a mi lado. a ver, que yo tampoco lo esperaba, y a los dos segundos me estaba riendo. y llorando y riendo, y llorando... y riendo. esa soy yo. un puto pico intensivo emocional constante. pero el cuerpo es muy listo. mucho. y a veces, unos lloros y unas risas son la única vía de escape. a los diez minutos ya estaba currando con muchísimas ganas.

en esta semana he jugado al padel, al fútbol, al uno, a los legos, al dominó express, al hally gally.. tengo un nuevo amigo al que cuidar (8 años), todavía no es hormonado, pero casi, he repartido besos, abrazos, he marcado límites, he entrado cantando al curro, he bailado con los peques. me he tomado helados en cacerolas, he DISFRUTADO. y he vuelto a vivir mi trabajo. a disfrutar.. y lo más importante.. a sentirme valorada.. ¿por quién? por mi misma.

pero sí, como decía al principio... los enhorabuenas que me dan mis colegas me hacen ver que no estaba loca, que me merecía este cambio, y que si me lo merecía es por algo. no estoy loca señores. ya vale. he llegado. y tengo muchísimas ganas de disfrutar. disfrutar de verdad.

COMENZAMOS.-