no puedo dormir

ni descansar, ni dejar de pensar en ti. desde el 23 de abril. en esos momentos que hemos pasado juntos, cuando me hablabas de los abuelos, de como te despertaban para ir al campo a trabajar, de como la abuela os cuidaba a todos, de la primera vez que me quitaste el taburete, tu primera broma, la última ha sido decirme que vaya por la sombra.. la acabé yo diciendo que los bombones al sol se derriten, no que la mierda se seque. pienso en cuando me fui a Bélgica y me pediste un tulipan, intentaste que creciera pero el cabrón del bulbo ese no nacía, y a mí me hacía ilusión ir a verte, en tu sofa, en ese sofa enorme marron, tan digno de ti. no te pegaba otro. y en esa mesa enorme estaba la gaseosa, el vino y el bulbo. sin crecer. muchas veces estabas rodeado de tus hermanos, gracias al plus, los conseguiste reunir a todos para ver el fútbol. un monton de veces que yo iba a casa paraba a verte, daba igual que fuera tarde que temprano. recuerdo cuando te dije, preparame la merienda que después de las colonias vendré a verte. recuerdo cuando visitaste mi antigua y mi nueva casa, y merendamos juntos, en mi hogar. igual que yo iba contigo. recuerdo cuando en verano decía: "mamá, me bajo al campo que está el tío Alfredo" y antes de que dijera nada yo ya había saltado las escaleras de dos en dos, o más. recuerdo cuando todos nos sentabamos en el banco. ese banco que ahora está roto y que lo miro con añoranza. lo hizo el abuelo. tenías allí tus máquinas, la furgoneta blanca. siempre una furgoneta y siempre blanca, con tus aperos del campo. recuerdo que gracias a ti aprendi porque los esparragos son blancos, y recuerdo que me enseñaste a cogerlos. eres tan grande. me metiste entre las tomateras y me hacías gracias con el panizo. siempre he dicho de ti que viviste una guerra. para mi, eres alguien muy fuerte, me da igual que tuvieras meses entonces. y david piensa como yo. piensa que tienes brazos de popeye. la mula mecanica, como la dominabas, con la camiseta interior de tirantes y limpiandote el sudor. la jada. otra cosa que tal baila. y la sonrisa que tienes cuando ves  a la maria y al david. esa sonrisa que solo sale de un abuelo. un abuelo que siempre ha sabido estar. con tu boina en los días de frío. eres el mayor, y has conseguido reunir a todos y cuidarlos. ahora te estamos cuidando a ti. orgullosos de lo que has hecho por nosotros. sé que te llevaran por todo lo alto, y es que no te mereces menos, ni una pizca menos. eres una de las personas más grandes que he conocido. desde la abuela Gloria que no lloraba tanto, y sabes que la abuela lo fue todo para mi. me acuerdo tanto de ella. hoy no dejo de llorar. sé que no consigo nada. pero me revienta tanto que hayas emprendido el camino. quiero estar más contigo. quiero verte y hablar más. quiero coger el taburete del cuarto pequeño y ponerlo al lado del sofa marron para estar cerca de ti... te acuerdas? al final ya me lo decías hasta tú.. anda, vete a por el taburete... y me sentaba al lado tuyo. juntos me contabas historias. estos días también he estado cerca de ti. y de mi primix. he llevado chocolate a la 29, te he animado, te he aplaudido por lo bien que lo estabas haciendo todo. todo el mundo dice que es una pasada que no te hayas quejado en ningún momento. y yo a todo el mundo le digo que hostias. verdad es que no te has quejado, pero lo que me hace sentirme aún más orgullosa de ti, es que hayas conseguido sacar el humor, haciendo bromas. eso me ha sorprendido y enorgullecido más si cabe. me encanta haber pasado tantas anédtocas contigo. estoy orgullosa de ti. muy muy orgullosa. has vivido una guerra. ahora toca otra. y estaremos contigo. a tope. patinando. riendo. comiendo chocolate. y yo me beberé una botella de vino a tu salud por todo lo que he aprendido contigo. te quiero y mucho. eres una de las más bellas personas que he conocido.